Deuda subordinada: no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague
Los principales hitos que marcaron el país, recogidos en nuestras portadas a lo largo de los últimos años, son parte de la edición especial por nuestro 35 aniversario "Visiones de futuro".
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El origen de las obligaciones
- La deuda subordinada se originó con el rescate al sistema financiero tras la crisis de 1982-1983. Para Andrónico Luksic, según sostuvo en la última memoria anual de SM-Chile, entre las causas que provocaron las crisis de los ‘80 en la industria estuvo la “ausente regulación en la banca respecto de apalancar empresas relacionadas y un crecimiento desmedido del endeudamiento corporativo a un tipo de cambio fijo que generó descalces cambiarios imposibles de absorber privadamente”.
El llamado del Banco Central: “Nunca más”
El ahora ministro de Hacienda, Mario Marcel, recibió a la plana mayor del Banco de Chile cuando fue presidente del Banco Central en el marco del pago de la última cuota de la deuda subordinada. Marcel declaró en mayo de 2019 que “la extinción de la deuda subordinada es una oportunidad para reconocer los altos costos económicos y sociales de las crisis financieras, resaltar las lecciones aprendidas de nuestra experiencia y valorar los cambios que ha tenido el sistema financiero chileno con posterioridad a la crisis”. El llamado fue a que “nunca más se vuelva a exponer al país a un episodio como este”.
El cierre de un capítulo
En abril de 2019 se concretó el pago de la última cuota que mantenía la Sociedad Matriz de Banco de Chile con el Banco Central por la deuda subordinada. El saldo total se liquidó 17 años antes de lo pactado originalmente. La obligación, que quedó establecida en los procesos de negociación, fue de UF 56 millones en un plazo de 40 años, con una tasa de interés de 5% anual. El hito quedó sellado cuando el vicepresidente de Banco de Chile, el empresario Andrónico Luksic, llegó el 2 de mayo de 2019 hasta las dependencias del ente rector para saldar la deuda acompañado de la ahora CEO de Citi, Jane Fraser; el presidente del Banco de Chile, Pablo Granifo; y el gerente general, Eduardo Ebensperger.
El discurso de Yarur
- El 17 de octubre de 1991, el presidente de Bci, Jorge Yarur, hizo un discurso en la matriz del banco anunciando la recompra total de la cartera vencida al Banco Central: “Queridos amigos, clientes y colaboradores ¡lo logramos! Todos juntos. No se trató solamente de proyecciones y estudios para completar un ciclo. Era una tarea, un desafío. Esta es una oportunidad para agradecer a todos los clientes su confianza, y para agradecer a todos los colaboradores y ejecutivos por su espíritu y ánimo para lograr lo que hoy celebramos. En un momento se tendió la mano a todos los bancos. Era necesario terminar con los compromisos”.
Los costos
La crisis significó la bancarrota de miles de empresas, una caída del PIB de 14% entre 1982 y 1983, un desempleo mayor al 25% y la intervención de 22 instituciones financieras, responsables de 60% del crédito. La resolución del colapso tuvo un costo fiscal directo de 41% del PIB.